Fundada en 1909 por Ettore Bugatti. No hay otras marcas de coches con más mitos y leyendas que Bugatti. Aunque hasta 1956, el número total de vehículos producidos por VW no superaba el número de vehículos producidos cada día entre desayunos y almuerzos -diferentes fuentes citan cifras diferentes, siendo el número más alto de 7950 ejemplares-, el resplandor de la marca es ininterrumpido.
La marca es tan atractiva que Ferdinand Piëch obtuvo los derechos para VW en 1998.
Inicialmente, se publicaron tres estudios de diseño, que se mostraron en las correspondientes salas de exposición de automóviles, mientras que en la trastienda se iniciaba el desarrollo de un coupé de fibra de carbono con tracción a las cuatro ruedas con un motor de 16 cilindros.
La Potencia proyectada era de 1001 CV. Por último, también se decidió el nombre: Bugatti Veyron 16.4., que lleva el nombre del piloto de carreras Pierre Veyron, que ganó en 1939 para Bugatti en Le Mans.
La producción comenzó en 2005 y el Veyron tuvo que demostrar su rapidez. En las largas rectas del circuito de pruebas VW en Ehra-Lessien, el coupé se aceleró primero de una posición de parado a 100 km/h en 2,5 segundos y luego a 408 km/h. El coche fue capaz de acelerar a 100 km/h en 2,5 segundos, que se dice pronto.
Pero como se trataba de una velocidad que, poco después, los afinadores de coches comparativamente baratos pudieron alcanzar, se añadió otra primicia poco después del lanzamiento del Veyron Grand Sport abierto: 1200 CV, 431 km/h (regulado a 415 km/h). Incluso hoy en día, la gama Bugatti se compone de estos dos modelos, que están disponibles en ambos niveles de prestaciones.
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